Incongruencias del famoso código de barras 84

Desde hace muchos años corre el rumor de que en los códigos de barras de los productos podemos identificar los productos españoles de los que no lo son. Nada más lejos de la realidad. El código en cuestión (el código de barras EAN-13) contiene 13 cifras, 12 que identifican al producto y otro que se denomina dígito de control. Los dos primeros números son lo que nos interesan para demostrar la incongruencia y desmontar un mito que muchas instituciones y medios informativos (con poco conocimiento) han puesto en la cabeza de muchos consumidores. Nosotros nos hemos propuesto desmontar la estrategia comercial de muchos fabricantes que han utilizado (y siguen utilizando) este código para enmascarar la procedencia del producto que queremos comprar.

Código de barras 84
Código 84 en producto elaborado en Bélgica

En este caso, el código 84 sería el resultante de juntar los dos primeros dígitos; los cuales identifican al país de origen de dicho código. OJO! dicho número está identificando a un producto cuyo código es de origen español, lo cual no quiere decir que el producto sea español, ni esté hecho en España ni siquiera que esté comercializado por una empresa española. En nuestro país (igual que en el resto del mundo) existen varias empresas que tramitan este tipo de códigos de barras EAN-13, las más importante es precisamente una de las que asigna a sus clientes el famoso código 84 (AECOCver simbología EAN-13), pero como es evidente entre sus clientes no sólo hay empresas españolas (que es lo más común) sino que también las hay del resto de países de Europa. Así al comprar un artículo que en su código de barras incluye el famoso código 84 podríamos estar comprando un producto de una empresa que esté al otro lado del mundo y que simplemente haya solicitado la asignación de su código de barras a través de una empresa española.

Para no caer en la fácil tentación del consumo de productos con el código 84 impreso hay que estar muy atento a cualquier tipo de señal dentro del envase que nos de alguna pista sobre su verdadero origen. Es tarea dificil adivinar la procedencia real de un producto ya que en ningún sitio se especifica la necesidad de etiquetar la procedencia ya no del producto sino incluso de sus materias primas. Es una manera de dificultar la comprensión del consumidor, de mitigar el ansia de conciencia por consumir aquello que realmente quiere consumir. Es algo que a las empresas no les interesa en absoluto. Incluso las grandes empresas que lucen orgullosas el «made in Spain» tampoco nos dirán donde han comprado las materias primas con las que fabrican sus productos.

código 84 en EAN-13

No obstante, que el proceso de fabricación esté situado en España ya es un punto a nuestro favor, aunque no nos garantiza nada más. Muchas veces os encontraréis con incongruencias totales como por ejemplo el bacalao congelado de Mercadona que está envasado en China, pero no os dirá de dónde ha salido el bacalao. La empresa que lo comercializa es española, pero ¿de dónde viene dicho bacalao? pues esto sucede con todos los productos. Es por ello que queremos desmitificar desde estas lineas la leyenda urbana que rodea al famoso código 84. ¿Garantías de que dicho producto sea español? Ninguna. Puede ser una pista pero habrá que indagar un poquito más.

Fijaos en la foto de más arriba, la primera. El código de barras empieza con 84 y corresponde a la mantequilla de marca blanca de Carrefour, el código de barras se encuentra en la parte inferior del envase, si sólo nos quedáramos con dicha información diríamos: bien, contiene el código 84, es español. Pero si seguimos buscando, en el lateral nos encontraremos que ha sido «elaborado y envasado en Bélgica«. ¿Sorprendidos? Hay que tener los ojos bien abiertos porque las marcas están para ganar dinero, y si pueden hacernos pasar un producto por otro para así ganar cuota de mercado lo harán sin dudarlo. Es por ello que los consumidores (los verdaderos interesados) debemos tener la constancia de mirar bien lo que compramos y hacer lo posible por presionar al mercado de que etiquete correctamente los productos.


Sólo ejerciendo esta presión y exigiendo el control del origen de los productos que consumimos conseguiremos apoyar 100% a los productos de nuestro país y con ello mejorar las condiciones de trabajo y ampliaciones de plantilla de los trabajadores de nuestras fábricas. EEUU lo ha hecho siempre, incluso protegiendo con carga de aranceles a los productos que vienen de otros países, esto hace que los suyos sean más baratos. Recordad: no os quedéis con lo superficial, indagad siempre hasta el final. Sólo queremos productos 100% españoles. ¿O no?

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